diseño: Jan Yrlund Darkgrove Studio |
CELTIBEERIAN
folk-metal desde Castilla La Mancha
RESEÑA DE DEIWOS
Nuevo y esperado disco de Celtibeerian, dedicado fundamentalmente a
los antiguos dioses de la península ibérica, aquellos deiwos conectados con los ancestrales lugares de culto por donde
fluye el agua de la vida y de la muerte: las corrientes profundas, las cavernas,
los pozos y manantiales subterráneos. Por un lado, mantienen la fertilidad de
la tierra con sus aguas, por otro, transportan a los muertos a su nueva morada.
La Intro ya nos sumerge
en la temática básica de este
álbum. Narración muy “profesional” seguida por unos versos celtíbericos
(celtibírricos).
2 Deiwos. En este primer tema nos encontramos con dos
oscuras y antiquísimas divinidades relacionadas con las aguas profundas, el
inframundo y el destino de los muertos. Airón y Navía. Ambas deidades tienen
muchos topónimos relacionados con acuíferos (fuentes de vida), por lo que
vienen a ser como un puente fronterizo entre la vida y la muerte. Navía los
lleva en su barca y Airón decide qué trato deben recibir en ese más allá, según la vida que hayan llevado.
Quedó este refrán: “Madrid es como el Pozo
Airón, que nada bueno cría y para lo malo no se le haya fondo”. Pero por otro
lado hay historias de cómo se produjeron terremotos en algunas localidades
donde los mandamases de turno decidieron cegar pozos airones, muchas veces
porque eran llamados “del diablo”, ignorando que estos pozos también servían
para que “el aire tuviera salida y aminoraran los temblores”.
Y empezamos escuchando a Gus en su papel de
puto-amo-del-inframundo, dando la bienvenida a los muertos antorcha en mano, con unas palabras más bien poco tranquilizadoras. Y después entra la dulce voz
de Patri, en el papel de Navía, la Barquera, recorriendo el río de la muerte,
prometiendo un descanso tranquilo a los viajeros.
Los dioses somos del Inframundo. Somos luz,
sombra somos. Vivimos en tu alma.
3 Devotio. Los devoti
eran guerreros ibéricos que consagraban la vida a su jefe o rey. En algunos
casos se consagraban a una divinidad, por lo que, si el jefe moría, ellos
sentían la obligación de suicidarse, ya que el dios no había aceptado su
ofrenda de morir en lugar del jefe. Tiempos duros, donde era necesaria una
casta social que vivía para la guerra y para mantener la seguridad de la propia
tierra de un enemigo siempre acechante (sus
cabezas colgarán de nuestros caballos).
Tal vez el tema más épico y potente,
musicalmente hablando; puro ritmo sin concesiones.
I devote my word, my sword. I devote my will to war
4 The wolf I am. Ya nos lo
adelantaron meses antes con vídeo y todo. Dedicado a Marcos Rodriguez Pantoja, que pasó su
infancia viviendo con una manada de lobos en Sierra Morena (esos lobos que
algunos dicen que hay que exterminar).
Reivindicación de ese animal totémico de la
vieja Iberia, y que ahora se encuentra en serios problemas de supervivencia. Justo ahora tenemos un juicio contra el
colectivo Lobo Marley por haber quemado casetas desde las que cazar lobos con
total impunidad.
Patri deja su violín para tomar la voz
cantante, cosa que Gus debe agradecer en los directos, aunque en algún pasaje
se le une David haciendo guturales.
Con
el bosque soy uno, corriendo salvaje y cazando para sobrevivir.
One heart, one soul, I howl at the moon
5 The shadow of the linx. Otro animal
totémico de nuestra naturaleza ibérica, igualmente con problemas de
supervivencia — Instrumental con la gaita de David en primer plano.
6 Fear my beard. Recuperación de
los Celtibeerian más festivos. Hará furor en la gira de presentación, sobre
todo entre los barbudos (o sus admiradoras), y el coro del estribillo “Look
at me!” se escuchará por toda la comarca.
Barbas regaladas por los dioses por algún
motivo, que han crecido regadas con cerveza.
My facial
hair, the freedom flag
7 The reborn. Dedicada a otra
antigua deidad, Ataecina, la Renacida,
Igualmente relacionada con las aguas subterráneas y el Inframundo. Fácilmente
asimilable a la primavera, que renace tras el duro invierno, y la fertilidad,
pero también a la minería, ya que se han encontrado inscripciones con su nombre
en bocas de minas. Es la que se encarga de aquellos que desde el más allá tienen que volver a nacer.
El tema más folky; y otra vez Patri frente al
micro, secundada por la flauta de David, que algunas veces tiene un agradable regusto
Jethro Tull.
She's
young, She's old, she's The Reborn
She guards
the dead in the Otherworld
8 The harvest song. Cuantas canciones del tiempo de la cosecha se
cantarían en Celtiberia, ya perdidas para siempre… Tiempo de fiesta popular tras
la siega, y terminar todos los trabajos del campo, que se queda preparado para
un nuevo ciclo agrícola: un duro invierno en el que personas y ganado tendrán que sobrevivir con lo que se ha almacenado. Y finalmente la esperada gran celebración, -¿recordáis la harvest moon que nos cantaba hace unos años Neil Young?-, todos juntos, iluminados por la
luna y el fuego, compartiendo el vino, la cerveza, la hidromiel, y cantando...
...las mismas viejas canciones
sobre las batallas que combatimos
9. Navigium Isidis, con su intro
orientalizante, nos recuerda al antiguo ritual primaveral dedicado a la diosa Isis, de
origen egipcio, pero de adscripción mediterránea, cuando se le sacaba de procesión desde su templo hasta el puerto, donde era subida a un barco, inaugurando así la temporada de navegación.
10. Puellae
gaditanae, aquellas bailarinas procedentes de Cádiz que alegraron la vista en los tugurios del Mediterráneo (y seguramente algo
más, ya que eran “capaces de excitar el amor más
languidecido”) con sus insinuantes danzas, el descaro de sus miradas y
sus canciones obscenas, incluso para los parámetros de la época. Bailaban una
especie de danza del vientre, acompañadas por castañuelas (crusmata)
y
llevaban trajes de volantes y peinetas...
Forget your pain
we're the mistress of your shame
Your regrets are in vain
we're the dancers of Gades
11
Life goes on. Dura vida del que trabaja la tierra, de sol a sol, sin
importar el viento o la lluvia, para mantener a la familia. Pero el tiempo no
perdona y llega el momento en que hay que ceder el relevo a aquellos que pueden
aprovechar la sabiduría que el viejo ha ido adquiriendo a lo largo de su vida.
He knows his time is over
When the Sun never stops, life
goes on
12 Txoria Txori. Años 70, cuando la mayoría de vosotros ni
habías nacido. Tiempo de cantautores y de canciones que eran un granito de
arena más para luchar contra la dictadura, con letras no siempre explícitas,
debido a la censura franquista; en muchos casos con símbolos mas o menos
poéticos que había que leer entrelíneas para reinterpretarlos.
Cada región tenía sus cantautores icónicos:
Madrid, Luis Pastor; Aragón, Jose Antonio Labordeta; Valencia, Raimón;
Andalucía, Carlos Cano; Cataluña, Lluis Llach; País Vasco, Mikel Laboa, entre
otros. Y este puso música a un poema de Joxean Artze, que habla de la libertad y del respeto a los demás tal
como son:
Si le hubiera cortado las
alas
habría sido mío,
no se me habría escapado.
Pero así,
habría dejado de ser
pájaro.
Y yo lo que amaba era el
pájaro.
Este tema ha sido versionado por varios artistas de una manera muy
parecida a la original. Pero la versión de Celtibeerian es… otra cosa. La intro de txalaparta y la flauta podría
inducir a error sobre el tratamiento y nos puede llevar a creer que estará en
la línea folky de su disco acústico. Pero no. Tras esos segundos tan bucólicos empieza el zurriagazo, con Gus desgañitándose a gusto (a ver cómo acaba la
próxima gira...). Si se hiciera ahora una de aquellas antologías de rock
radical vasco, podría entrar con todos los derechos.
13. Looking
for beer. Bebida de los pueblos ibéricos (se han encontrado restos de cerveza en yacimientos del neolítico, Can Sadurní, siendo los más antiguos de Europa (5.000 años), mientras que el vino solo cuenta con la mitad de tiempo en la península.
Celtibeerian en estado puro, seguramente pensada en lo que esperan sus seguidores: un canto, o más bien himno a la cerveza. Cierto aire country; solo le falta un banjo para que parezcan un grupo de cowboys borrachos galopando por la llanura manchega. A lo que hay que añadir que el grupo cuenta con su propia marca de cerveza, elaborada por Arévaka en viejas tierras celtíberas.
Celtibeerian en estado puro, seguramente pensada en lo que esperan sus seguidores: un canto, o más bien himno a la cerveza. Cierto aire country; solo le falta un banjo para que parezcan un grupo de cowboys borrachos galopando por la llanura manchega. A lo que hay que añadir que el grupo cuenta con su propia marca de cerveza, elaborada por Arévaka en viejas tierras celtíberas.
All my life I’m looking for
beer
14. Gallecia
II. Los
que ya tenemos cierta edad no tenemos más remedio que recordar aquella
adaptación de la Alborada gallega que hicieron en los 60s los Relámpagos, con
el característico sonido del órgano eléctrico Farfisa Compact duo.
Pues
nada que ver con aquello, tan dulce y melódico, que hizo que a nuestros padres
y abuelos empezara a gustarle la música moderna de entonces. Pero, como ocurre
con las versiones de Celtibeerian, esto es otra cosa.
15. Y
el disco se despide con un outro,
donde una voz profunda nos recuerda que los espíritus de la naturaleza están en
todas partes, desde siempre y para siempre.
En definitiva, un gran disco con un grupo bien consolidado, en el que se notan las tablas adquiridas en conciertos de todo tipo a lo largo de los últimos años y que de seguro les abrirá las puertas a futuros festivales internacionales, donde oirán por primera vez las historias de esta tierra celtibérica.
En definitiva, un gran disco con un grupo bien consolidado, en el que se notan las tablas adquiridas en conciertos de todo tipo a lo largo de los últimos años y que de seguro les abrirá las puertas a futuros festivales internacionales, donde oirán por primera vez las historias
La
grabación tuvo lugar en los Metal Factory Studios de Madrid (Alex Cappa)y
la pasterización en Finnvox (Mikka
Jussila). La
portada ha sido diseñada por Jan Yrlund de Darkgrove Studio (Finlandia) y las fotos son de Javier Bragado.